Eran una pareja común, formada por las circunstancias, solo que el era un poco monótono. Cumplían meses los días 29 y, como dicta la tradición, el la invitaba a su casa y le preparaba ñoquis. Después de 11 meses del mismo repertorio, ella se canso y le planteo que era aburrido comer siempre ñoquis de papa con salsa roja. Entonces el recapacito y empezó a cambiar. Ahora hacia ñoquis con otros tipos de salsas y otros tipos de ñoquis que no tengan como base la papa.
Ustedes pensaran que este hombre se merecía los cuernos. Pero no. El ya sabía quererla sin exigirle nada a cambio, cosa que los humanos no estamos acostumbrados.
lunes, 2 de agosto de 2010
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