viernes, 24 de agosto de 2007

Fanatismo, el más perjudicial de los vicios.

Lo ves ante tus ojos y no te puede faltar, no en tu colección que día tras día, semana tras semana, mes tras mes vas llenando como loco, porque eso sos, un loco. Quien no padece el fanatismo yo verdaderamente lo admiro, aquel que puede ir a una feria y volver sin deseo de volver a comprar TODO, o al menos eso que NO TE PUEDE FALTAR. Y se te acaba el tiempo y no lo vas a conseguir en ningún otro lado, eso pensás, y hacés pacto con Dios padre, hijo, el Espíritu Santo, María, la puta y la otra, el diablo, su hijo, tu vieja; es mas, sos capaz de ir a visitar a tus tíos o abuelos, que siempre tiran unos pesos.
Y conseguiste, y vas emocionado; y nadie te entiende, y no pidas que lo hagan, nadie entiende a los adictos.
Y lo tenés y lo disfrutás, y creés que es lo mejor de tu vida, y agradecés, y rezás. Hasta que, de repente vas al centro y pasás por un lugar donde nunca pasaste y ves lo mismo, igual, a unos 10, 20 o 30 pesos más barato. Y ahí la otra, la de recriminarse, ¿Cómo puedo ser tan ansioso? Mirá, 12 pesos, ¡Yo lo pagué TREINTA Y OCHO!. Y ya no se puede llorar sobre la leche derramada.
Te dejo una frase que me tiró Panto, pensando económicamente:“A nadie le conviene ser fanático de Charly García”.

martes, 21 de agosto de 2007

Secreto íntimo

No soy como esas personas que esconden el haber sido infiel, el gustar de su mejor amiga, ni siquiera el de robar fruta en la verdulería, ya que en dichas veces estuve arrepentido y me retracté y “disculpé” a tiempo. Le cuento cada cosa que voy a hacer y que hago, y que hice, y cómo, a cualquier persona que tenga cerca de mí cuando me viene la gana de hablar. Incluyendo familia, amigos, profesores, mendigos (solo una vez) o quien se siente al lado mío en el transporte urbano de pasajeros.
Mi mayor secreto es que no tengo secretos, secretos ni secreto, ni uno. Ya saben tantos que debuté con una mujer a la que le pagué (para no decir prostituta), a los 13 años de edad, y por pura pubertad. Cuando llamé al colegio para avisar que había una bomba, se enteraron enseguida y que fui yo quien rompió los vidrios aquel sábado a la noche, en un estado de ebriedad que jamás antes tuve y espero no volver a tener. 12 tequilas en una hora…
Mi mejor amiga sabe que me gusta mucho su hermana, y se enojó, pero lo sabe y de eso no me arrepiento, ¿por qué arrepentirme si así conseguí novia?. ¡Ah!, si, ya se porqué arrepentirme. Mejor no aclarar, a ver si se le da por leer esto, justo a ella que no lee ni los cartelitos de la puerta que dicen Tire o Empuje, y como una tonta siempre hace lo contrario que debería ser, encima una tonta que insiste.
En el torneo de fútbol metí el gol con la mano, con el antebrazo mejor dicho, pero lo revelé a los rivales cuando terminó el partido. Nunca corrí tanto como en ese momento. Decí que los agarré cansados. Y cuando me quise cartear en el torneo me pescaron, la cuarta vez. Si, me expulsaron en la semifinal, para mí es bastante, a mí que no soy de los que engañan ni mienten porque se nota enseguida en el rostro, aunque tenga una careta.
¿Y qué tal si mi secreto es que compré esta birome con la plata destinada a caridad y nadie lo sabe? Creo poder aguantar el no decirlo. Aunque es muy cruel, mejor esto no.
Entonces mi secreto es que escribí esto sin que me vea nadie. ¡Huy!, justo tenía que entrar Chico. Ojala no me pregunte sobre su perro, que hasta ahora nadie sabe y espero no se haya dado cuenta. Y me preguntó nomás. No era mi intención, él no entiende, fue casi un accidente.

domingo, 19 de agosto de 2007

Domingo a la noche, otra vez.

-Mirá que absurdo vos, viendo esos programas de televisión...
-Absurdo yo? Mirate vos, haciendote un blog porque no tenés nada importante para hacer.
-Hey!, cosas importantes las hay, pero no hay ganas.
-Y por qué no te ponés a hacer otra cosa. Eso de los blogs es pura cursilería.
-Si, la verdad, mejor me voy a ver televisión.