martes, 1 de febrero de 2011

Para la que habla sin conocer(me)

Los adinerados pueden criticar a los pobres "por grasas"; así como los faloperos critican a las "mentes cerradas". Los habilidosos del fútbol van a mirar mal a los chuecos, pero estos se la devuelven demostrando tener actitud. Los periodistas califican a los artistas y éstos cree que los usan a su favor. Los católicos se hostigan a sí mismos, por pecadores; y los evangelistas se felicitan por el negocio. Los que se entregan al ocio son detestados por los trabajadores, y estos tienen miedo de ser escritores.
Yo, por mi parte, opino sin saber, critico sin mirar y no aprendo a escuchar.