Cantos gregorianos en la facultad de teatro mientras miro por el occidente lo que en oriente no pasa cuando Bush camina de la mano con Obama Bin Laden, y le duelen las faldas largas. De repente me arrepiento y empiezo a dictar un poema que no escribí yo y que no lo recuerdo exactamente bien, pero que tiene un sentido inmenso, un sentimiento abusivo de la realidad absurda y tonta del desamor ausente en la vida de un ser presente en la vida de un dios ausente en la vida de un árbol que por estar plantado tiene miedo de ser desterrado, sabe que sus raíces están ahí y ahí van a quedar y no depende de él sino de Sócrates que el cambio en Atenas haya sido tan inmenso. Pero Atenas no cambió sino todo lo posterior y empezó a censurarse el mundo. Después de tantos años de censura se nos dio por la pornografía sin cargo acompañada de virus y spam. Es Pam la chica que está ahí con ese tipo, desnudos, practicando algo sin sentirlo, bastardeando el significado de la palabra, inventándole uno nuevo. No soy surrealista ni encantador. Vengo a escribir las desdichas que me dicta un ruiseñor. - Pero mirá vos. Miro yo y no me sorprendo, el mundo nos depara cosas realmente asombrosas como una golondrina posada en el Glaciar Perito Moreno tomando mate. No, no es absurdo, ¿acaso por qué creen que se derrumba tan seguido últimamente?, tal vez una golondrina, con un mate, si hagan verano. Y las flores ya no solo viven en primavera, sino a la vuelta de mi casa, Violeta, Margarita y Rosa, tres prostitutas ricas y costosas. "Acá vengo a cantar al compás de la guitarra", no sé cantar ni me gusta hacerlo, menos esas canciones trágicas que reinan desde que el tango lo cantaba Gardel como si fuera un dios y Adios muchachos, adiós, me cansé de tanto llorar, che. Los amigos te cargan porque tu novia está con otro y este otro está con otra y esta otra está con otro y este otro está con otra que la otra vez estuvo en un boliche con vos. Ninguno es fiel, ni incondicional. Estamos sometidos a someter al otro. Del Génesis al Apocalipsis la historia se repite una y otra vez, que los conejos con dos cabezas, que los perros verdes y todo tiene que empezar cuando dos seres rubios que les gustaba pasear desnudos vayan a copular detrás de un árbol para que no los mire esa serpiente que recién estaba comiendo una manzana. El pecado no fue que hayan mordido la manzana, sino que no se hayan casado antes de tener relaciones. La historia ya no sabe qué poner como meta ni qué regir como principio, ayer la escribió Luna, hoy Pigna, y ninguno tiene la poesía de Galeano que a todos les pasa el trapo. Y todos putean, porque no me dejó cruzar, porque lo tuve que dejar cruzar, porque lo tuve que atropellar, porque me tuve que morir, porque quedé viudo, porque te voy a dejar viudo. Porque el de la vuelta es huérfano y su tía perdió al hijo y todavía no encontramos nombre para esa situación, si es que la tiene. Hay que seguir con la vida que deja de tener alegría y sentido. Nada fluye ya, y me puedo bañar dos veces en el mismo río, mientras escucho los mejores temas de Clapton, Floyd, Zeppelin o Los Redondos. Mirá vos si volvemos a afirmar que Vivir solo cuesta vida y nos agarra un patatús al caer por el abismo de los sueños que no fueron porque un motivo hubo que nos despertó antes de tiempo, cagándonos, como siempre, la tranquilidad.
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