martes, 24 de febrero de 2009

Manuscrito escrito en Filadelfia

No creo en los simbolismos ni tampoco en las damajuanas.
Ni una cebolla te invita a llorar.
Chupete fabricado en el corazón de Lalampur.
Complicado convivir con los Tehuelches, amainando el viento sucio sudeste, comprobando las virtudes de la mente latente, latente.
Ansiábamos pintar el cielo rojo, pero no había pincel que lo aguantase.
Perdimos la noción tiempo y espacio. Ganamos solamente un partido. Parimos un licor de mil colores y vomitamos la moral de los dioses.
Quebramos la pata de la marmota. Amputamos el cuerno al doctorcillo. El rojo y azul de aquella torta. Prendimos más de veinte cigarrillos.
Fumábamos el rock cual vicio. Aspirábamos el pasado por ambos orificios. Inyectábamos las flores del delirio. Mamamos el furor de los padrinos.
Hay un porcino que mide el tiempo en que uno tarda en darse cuenta. Ha sido enviado por algún tonto, que no sabía que los chanchos no usan cronómetros.
Nunca voy a comer perdices, no me gustan los finales felices.

16 comentarios:

HUMO dijo...

que suerte porque no existen los finales felices!
a mi tampoco me gusta comer perdices!

ya son dos cosas en que nos ponemos de acuerdo, jajajaj!!!

Un gusto!

=) HUMO

el oso dijo...

Me sumo al equipo delos antiperdiceros... Humo me trajo hasta acá, humo me lleva.
Un abrazo y muy interesante blog (que seguiré leyendo)

SIL dijo...

Adhiero a los que no comen perdices.
Sí creo que las cebollas te hacen llorar (por eso no cocino mucho)
Además prescindo de las cebollas para llorar... ( Don Oso sabe)

Interesante prosa....
Un saludo, y gracias por entrar por mis ventanas.-

antonelana dijo...

Bárbaro. Ya te dije todo lo que tenía que decir. Decís mucho aunque a vos te parezca que no decís nada. Aparte es sabido que tenes ciertos adminiradores, según te comenté (y me sumo).
Nada de lo que haga es suficiente para agradecerte por estar disponible las 24 hs para compartir conmigo todo lo que se pueda compartir.
Ahora que guardamos la conversación quiero que hagamos un proyecto sobre eso.

antonelana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SIL dijo...

N de la R.: He hecho un blogtur y me he reído bastante.
Seguiré pasando.
Saludos.

HUMO dijo...

pero muchas gracias!!!


Un placer ser tu seguidora!

=) HUMO

Anónimo dijo...

Yo lo hubiera pintado de negro.
No hay nada mas rico que las perdices.
Te quiero mucho
:)
Estefi

S .M.T dijo...

Quien es capaz de hacer reir, es un regalo!
Tu texto TIENE HUMOR. Asi lo senti eu

un fuerte abrazo

Taller Literario Kapasulino dijo...

Muy bueno! me gusto!

SIL dijo...

Respetadísimo don Rinoceronte:

Esta pregunta está completamente fuera de contexto, explicame la parte donde te seguís a vos mismo...

Me tiene intrigada.
Un saludo.

SIL dijo...

No!!!!!!! Era por errático nomás...y yo que pensé que te seguías a vos mismo por puro narcisismo !!!
No te saques de tu lista de seguidores !!! Es super original y me voy a sentir culpable...
Un abrazo Don Rinoceronte narcisista.

SIL dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Guillôm dijo...

Lo leí como lee un cuento una abuela a su nieto, quién sabe porqué. Te puedo decir algo off the record? Lo que decís es groso. Genial, genial que vuelvas a escribir.

Anónimo dijo...

Che, vos que no me invitas a jugar.
Vos que hablas de finales infelices, cuando morís por hacer el "gol gana".
Vos, que te referís a finales y yo miro/leo y pienso. que es un final?, todo no era materia, la materia no es que se transforma?,entonces, por ende no hay final.
Te preguntarás ¿y en que te fundamentas "cabeza de virulana"?.
Tomemos un café y la seguimos.

Abrazo banana,sacá las materias que adeudas! por el amor de dios!

pd:(no mate-no cerveza-no alcohol-sí té)¿vos querés salir con catherine fulop? a mi ella no me gusta.

Anónimo dijo...

No tendría que estar aquí,soy una señora mayor,pero me gusta aprender,por eso volveré a leerte.Me intriga tu escritura.Habla de un ser inteligente y tiene buenas metáforas y mensajes que trato de descifrar.Dejarás mi comentario ¿o lo suprimirás?
Un cordial saludo.